

Pasan los días en la isla y su ritmo se hace con nosotros. Serenos, los vecinos se entregan con pasión a sus tareas. Dedicados, pero sin prisa, son conscientes de que ya están en el paraíso. Al atardecer, las flores destacan entre el azul y el blanco. Nos quedamos en este verano eterno de Santorini.
Una armónica explosión frutal de higo y fresa acompañada de notas verdes y amaderadas. Una fragancia intensa, dulce y limpia.
Salida: Fresa Salvaje, Higo, Grosella Negra
Corazón: Violeta, Iris, Cedro
Base: Sándalo, Patchouli, Vainilla
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Pasan los días en la isla y su ritmo se hace con nosotros. Serenos, los vecinos se entregan con pasión a sus tareas. Dedicados, pero sin prisa, son conscientes de que ya están en el paraíso. Al atardecer, las flores destacan entre el azul y el blanco. Nos quedamos en este verano eterno de Santorini.